Por: Jesús Silva R.
El 2000 no era común ni corriente,
Nos sobraba juventud,
Lindos cuerpos, lindas mentes.
Y la explosiva inquietud.
Fue el año en que te encontré
Mirando detrás de un vidrio,
What’s your name? Te pregunté.
Ya te soñaba en mi idilio.
Mis idilios y romances,
Terminaron al revés,
Eras más que la Asistente,
Yo sólo el maestro de inglés.
Eras la más popular,
En sexy uniforme de tela.
Tu sueño era ganarte un Grammy,
Eras la Miss de la escuela.
Quebraste cien corazones
Desfilando en la academia.
Tomamos rumbos distintos,
Yo escritor y tu bohemia.
Casi diez años pasaron,
Sin que yo pudiera verte,
Nunca lograba olvidarte,
Soñaba otro golpe de suerte.
La década nos cambió a ambos,
Como también cambió al mundo,
Cambió la tecnología,
Más no mi anhelo profundo.
Eso que llaman el Facebook,
Nos dio el reencuentro increíble,
Flaca con “labios de fresa”,
Mi eterno amor imposible.
Cuando mi corazón delicado,
Estaba más decaído,
Tu regreso y mi locura,
Revivieron a Cupido.
La noche de mi fiel ciudad,
Era una frágil camisa,
Rota con pocas palabras,
Y ganas de amarnos de prisa.
Pero hasta Schumacher se estrella,
Por manejar sin decoro.
Tu bronceado y largas piernas,
Distracción de “Meteoro”.
No obstante nada detuvo,
Mi poesía apasionada.
Belleza en cuerpo desnudo,
Fuiste amada en mis almohadas.
Frenética lucha de besos,
Que amaneció con caricias.
Y tu promesa de amarnos,
La inolvidable noticia.