Que ladren los perros

Jesús Silva R. 

Este es el poema de la destrucción,

Prohibido fue el arte y la ciencia ficción.

Firmó un papel: "propiedad privada". 

Poesía fetichista: desautorizada. 

Dicen que sus versos: son arma de crimen. 

Su único plan: vulnerar el himen.

Tan falsificado el sentido real,

De mi santa poesía, sin uso carnal.

Ahora pretende, dictadura brutal,

Amenaza presente y condena penal.

Si escribo un poema, seré el acusado;

Dirán que con versos habré fornicado.

Que sólo yo escribo, para seducir,

Buscarme una amante y echarme a reír.

Hoy soy difamado en ausente piedad,

De orgía el poeta, en promiscuidad.

Se ha dicho de mi, la barbaridad,

Que soy comunista, y practico maldad.

Que odio a los ricos, que uso a los pobres.

Que con mi escritura, hay veneno que sobre.

Que utilizo la prensa, para insultar.

Y a mis aprendices, disfruto humillar.

Que en el comunismo, quiero adoctrinar.

Que soy muy injusto, y no debo enseñar.

Que yo represento, al G2 cubano,

Que entre poetas y profes, soy el gran villano.

Me asocian a la Trata, también al Marxismo.

Operación colchón, chantaje y cinismo.

Hoy ya nada les falta, inventar contra mi.

Soy sobreviviente, en tierra iraquí.

Pero nadie apedrea, a un árbol sin frutos.

Viudas de mi éxito, no me guarden luto.

Si los PERROS ladran, y los cerdos chillan,

Es porque al final, aplasto pandillas.

Seguiré escribiendo, con rojo color.

Brillantes poemas, con temas de amor.

Quien quiera enjuiciarme, con sus falsas pruebas.

Que a hacer el ridículo, hoy mismo se atreva.