Seguidoras

23/1/10

MONA LISA, NO ERES MI AMANTE










Por: Jesús Silva R.


El cielo te dio la belleza, que al mundo conquistaría,

Yo creí haber visto todo, en Europa, hasta aquel día,

Esclavizado a tus labios, mi alma consolarías,

Me hablabas en tu italiano, yo en tu lengua respondía.


Por segundos fui cristiano, flotando en tu compañía,

Era imposible olvidarte, el tiempo me lo diría,

Fue mi locura o la tuya, más tarde te marcharías,

Y aunque te guardé entre mis fotos, la nostalgia me seguía.


Volviste sin yo pedirlo, como sensual profecía,

Tu voz de nocturna amante, al templo me llevaría,

Tu mundo no engaña al mío, en tóxicas fantasías,

Ambos retamos la muerte, tu a tu forma, yo a la mía.

La noche del gran reencuentro, cuando llegaste a buscarme,

Me sorprendió el coche rojo, y tu amenaza de amarme,

Modelabas tu vestido, y tus pecas a mi vista,

Tus fotos del portafolio, y tu portada en revistas.

Tu ruidosa carcajada, sirvió de presentación,

Para luego interrogarme: ¿Te gusté en televisión?


¿Tenías hoy miedo de verme? Fue tu segunda pregunta,

Tus manos entre mis manos y nuestras mejillas juntas,

Te dije: “De acuerdo, flaca, lo acepto. Me inquieta tu extravagancia”,

“Pero estamos igual de locos, aunque tú con elegancia”.

Dijiste: “eres escritor y poeta, pero nunca leo la prensa”,

Ante tu escasa lectura, tu beso fue tu defensa.

Entre tequila y tequila, nos adueñamos del mundo,

Debajo de las estrellas, juntos fuimos vagabundos,

Aprendí a amar tu belleza, esta vez sin embriagarme,

Ni ilusión ni tentación, ya nada podrá lastimarme.


Romances tan imposibles, sirvieron para agotarme,

Ya mi alma trae fatigas, que no volveré a provocarme,

Viví peligros de amor, que pudieron liquidarme,

Por eso, mi amada actriz, no hables más de conquistarme.

Por hoy tu cuerpo me dice, que no tengo escape ahora,

Abrázame en tu sonrisa, Mona Lisa seductora,

Enrédame en tu cabello, tus sedas de soñadora,

Que en tus agujas romanas, mi fetichismo te adora.

La que hoy sería tu entrega, vuelve a ser dominación,

Ya nada impedirá este ritual: Tu toma de posesión.


Es tu noche de carisma, y juegas tu carta adelante,

Hoy no lamentaremos la vida, porque el sueño es fascinante,

Entre música electrónica, y tu baile alucinante,

Vuelves a darme tu luna, pero no eres mi amante.