Por: Jesús Silva R.
En mis sueños ya había estado muchas veces,
Ya por fin estuve en ella de verdad,
La nación es hermosa y me conmueve,
Me ha abrazado en su monte de piedad.
Nuestro credo y nuestra lengua ya no importan,
El amor unifica a los que están,
Da lo mismo Cristianismo o Islamismo,
Da lo mismo si es la Biblia o el Corán.
Hay un lecho que elimina diferencias,
Aunque exista el peligro de invasión,
Cambiaremos tanta guerra por mil besos,
La diplomacia nos unió en inspiración.
Siria brilla en el lejano Medio Oriente,
Soy amante de su grande humanidad,
Su misterio es seducción para la gente,
Sus paisajes me dieron divinidad.
Antes de mi ya quisieron invadirla,
Enemigos de su digna independencia,
Uno a uno fracasaron en la lista,
Siria es viuda pero llena de decencia.
A su bandera eternamente rindo honores,
A su pueblo lo llevo en mi corazón,
Aunque ella y yo tengamos opositores,
Su campaña no derriba nuestra unión.
Estoy con Siria porque sé que está conmigo,
Nuestro idilio es un secreto espiritual,
Cuento árabe que me libra de castigo,
Pecado sería no probar su manantial.
