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28/10/12

The sex plot



Jesús Silva

This is the story of a real plot;
Good and evil, have fought a lot.
The meanest ladies, wear a disguise;
Fools bite the apple, of paradise.

At the University, criminals grow;
Evelish brilliance, starts to glow.
Corruption touches, almost each student;
Teachers get spotted, if they're not prudent.

I found a swimmer, reading my books;
Naomi Cambell, had her same looks.
The Devil hidden, behind green eyes;
She was a menace, seemed to be nice.

She well reminded me, of a pole dancer;
Who was my student, but had no answer.
Her best performance, paper in blank;
She was disastrous, in every exam.

Swimming and pole dance, would generate;
Similar actresses, with mascarade.
One exact conduct, for only one aim;
Wreck your own teacher, he'll give you a ten.

They smiled at me, I never trusted them;
They tried to flirt, but I avoided them.
Right then I knew, what their plan was;
To steal a ten, and easily pass.

Their strategy was blocked,
And they got so mad,
Failed every test,
Their skills were  bad.

They thought of extortion, as the solution;
The perfect crime, was their illusion.
Pin conversations, flirt on the chat;
Threat the professor! Fake a sex act!

Tell everybody, also authorities;
He is a communist, with sex priorities.
Say he demands, sex intercourse;
It's the only way, to pass his course.

And even though, you cannot prove it.
Untill the end, you will assure it.
You want to scare, this helpless guy;
Make him give a ten, go trample his pride.

Beauty Queens have great support,
Old men as fans, in Supreme Court.
Teachers can't fight, queens' curves and humps;
If they want to live, they must give up.

And dancing under, gun bullet rain;
As innocent teacher, I endured the pain.
But I didn't cry, I gave no ten.
For the next semester, "repeat again".

Those were final words, I said to them.
And now nobody, believes in them.
The case was closed, they were defeated;
Blackmailing had lost, teacher was acquitted.

So for the next time, you think of traps,
Remember well; lies never last.
And If you hurt, someone inferior;
You'll see in the end, they'll be superior!

2/10/12

Rosita o Jimena Araya y la historia no contada


Por: Jesús Silva R.

Es Jimena Araya (mejor conocida por su personaje de Rosita) quien se ha apoderado de las redes sociales y los portales de internet en nuestro país. En efecto, desde que apareció la noticia de que la escultural actriz es buscada por la justicia debido a su presunta participación en la fuga de un peligroso pran, miles de internautas hacen comentarios que van desde la burla hasta los lamentos.

Más de 347 mil seguidores tiene en Twitter esta dama que cada domingo por la noche ha sido protagonista de uno de los programas humorísticos más vistos en la tv. Entre la admiración de muchos y la crítica (muchas veces destructiva) de otros, Rosita se convirtió en un producto de consumo masivo y una imagen comercial de la todavía machista sociedad venezolana.

Rosita, con su personaje de asistente en las tareas del hogar (mal llamada cachifa, mucama o sirvienta) fue usada por la televisión para reforzar el viejo concepto de la mujer que es feliz siendo sumisa ante la autoridad de hombres abusivos. Con el jefe portugués que le ordenaba recoger cosas del suelo para observar su cuerpo de afrodita, se cumplía la dramatización racista de la supuesta superioridad de los machos europeos y la pretendida inferioridad de las mujeres tercermundistas que mansamente “complacen” a sus amos para ganarse la vida. Todo como en los tiempos de Cristóbal Colón.

Desde nuestra óptica feminista, Rosita ha sido sólo un instrumento, no la directora de la orquesta publicitaria. Porque ya sea en la pantalla o en el mundo real, hay millones de respetables damas como Rosita, que voluntaria o involuntariamente participan en relaciones donde son tratadas como objeto sexual de personas explotadoras a cambio de dinero u otros beneficios.

El asunto va más allá del chiste, la mofa o la farándula. Porque la atención de las multitudes convierte al personaje en un símbolo cultural que es capaz de influir en millones de personas y especialmente en los jóvenes. Varones que sólo desearán tener a una mujer con cuerpo voluptuoso y que buscarán (como sea) el poder monetario para “comprarla”. Muchachas que “invertirán” en implantarse o moldearse busto, trasero, cintura, piernas y abdomen “perfectos” como los de Rosita porque se ha establecido socialmente que esas son las llaves del éxito, la fama, la fortuna y la conquista de un hombre adinerado.

Ante lo que ahora se asoma como la desgracia de Rosita (aparentemente fugitiva de la ley), muchos y muchas que hoy por Twitter la llaman despectivamente “prostituta” sin tener argumentos válidos para tal afirmación, hasta ayer eran sus fans y hasta culto le rendían. La sociedad parece estar enferma de hipocresía porque sólo aplica sus juicios morales a los vencidos, pero nunca a los vencedores.

Inocente o culpable de los delitos que se le imputan, es obligatorio tener en cuenta que Jimena Araya es víctima de una sociedad mercantilista, sexista y fetichista, donde se fomenta la ambición de hacerse rico a cualquier precio y la perversa tentación de los caminos fáciles. En ese contexto, la prostitución, la pornografía, la trata y el tráfico de personas conforman una de las industrias delictivas más poderosas del mundo junto con el tráfico de armas y drogas.