Por: Jesús Silva R.
Poeta, promiscuo ante la muerte.
¿Y en el amor, cuál es tu suerte?
Esta es tu historia, perecen los más fuertes,
Ser sin memoria.
¿Hoy qué ruegas a Dios? ¿Escapatoria?
¿Qué pretendieron sus caricias de colores?
¿La perversión de hacer probar nuevos sabores?
Su atrevimiento, tan permitido;
Fue la lujuria que alcanzó sitios prohibidos.
Dijo que necesitaba amor, pero era todo mentira,
Pisoteaba cada flor, por el capricho y la ira.
Un mil amores, se le entregaron,
Su egocentrismo, veneno que otros tragaron.
No era de nadie, el asunto era sencillo.
El amor es mucho más que un simbólico anillo.
Su aro de hipocresía, de nexo con quien no quiere,
Ocultaba su adulterio, con conyugales deberes.
Terminada la aventura,
En casa, otra vida le espera;
Si hoy la víctima fui yo, mañana será cualquiera.
Dirá amanecer enferma. Amnésica o desmemoriada,
Falsificará mi esperma, entre fotos calcinadas.
La fantasía nocturna, despertará en decepción;
Y bastará su vanidad, para asfixiar mi pasión.
Inducido a la embriaguez, mamífero de la idiotez,
Bajo germánica luna, caí rendido a sus pies.
Gotas de tinto licor, mientras mordía su abdomen:
Un espejismo de amor.
