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25/5/11

La separación (Segunda parte)


Por: Jesús Silva R.

Nos parece imposible que alguien nos quiera,
Y se fundan sospechas de que luego nos hieran,
Y este es el cuento de cómo te estancas,
Liquidas tu fe, y tu ilusión te la arrancas.
Allí muere todo, presente y futuro,
Y todos los que vengan chocaran contra el muro,
Porque para ti el amor no es cosa habitual,
Y quien sueña con eso al final queda mal.

No concedes chances, ni a ti ni a ninguno,
Y quien te hable de amor que se largue a Neptuno,
Tan chica es la nuez que existe en tu psique,
Que proteges tu idea contra todo replique.
Calcúlese ahora tamaña miseria,
Alojada en tu alma como una bacteria,
Negarse a creer que el amor es posible,
Y mirar un buen gesto como cosa risible.
Es que tal distorsión, equivale a la muerte,
Pues con ella sentencias tu fatídica suerte.

Se trata en la vida del error fatal,
Creer que en el mundo, sobre el bien está el mal,
Seguimos enfermos merced de locura,
Y en vez de sanar aplicamos tortura.
Recuerdo la noche en que por fin entendí,
El típico reproche que siempre oí:
“No creas en cuentos, la gente es muy mala,
Te fingen amor y abunda el que jala,
Pero todo estriba, en vil interés,
Puñales te clavan, tú nunca los ves,
Y ser receloso es lo que conviene,
No importa tu alma, sólo lo que tienes”.

Olvida el entorno que te dio esa enseñanza,
Que de algunos insectos merece alabanzas,
La vida feliz, en tu mente no cabe;
La de oscuro matiz, de esa si sabes.
Asuman el duelo del mucho sufrir,
Lo bueno es muy malo y no puede existir.
Existen hermanos que no son felices,
Y culpan del hecho a la maldad de montones,
No piensan ni estudian, las reales razones.
Se pierden mis prójimos en una maraña,
Los quiero ayudar, pero hacerlo es hazaña.

Si un escenario plantea, el cese de un sueño,
Habrá que asumirlo, sin que muera el empeño…
El empeño por la lucha, y la confianza en vencer,
Porque la vida nos premia, porque querer es poder.

12/5/11

La separación (Primera parte)






















Por: Jesús Silva R.

Un día creí en un término medio,
No lo pude encontrar fuera de mi predio,
Y empiezo a pagar lo audaz de mis pasos,
Quedó tiempo aun de evitar el ocaso.
Me hiciste correr, no tuve otra opción,
Quisiste obligarme, que insólita acción,
Que duro se hizo poder convivir,
Sin golpes de pecho hay que coexistir.

¿Tu culpa o la mía, ya eso qué importa?
La gente bien sabe quien puso la torta,
La clásica historia es bien conocida,
Te aferras a alguien, le coartas su vida.
Me resulta mejor, cortar por lo sano,
Que hacerme el loco y mentirte en vano,
Al muy corto tiempo se iba a saber,
Persona insistente, lo echaste a perder.
Te doy mis razones, a ver si es que aprendes,
Espero reacciones ¿será que comprendes?

Buscaste maneras de atar y atraer,
Bloqueaste la paz, no puedo volver,
Relatas falacias buscando engañar,
Mintiendo, cariño, nada puedes ganar,
Repites esquemas que ya me leí,
Insito en mi lema: Lo tuyo… lo vi.
No olvides jamás lo que siempre sucede,
No vence quien quiere, sino el que puede.

Es cosa común destruir lo que amamos,
La falta de cuido después lamentamos,
Tiramos al traste lo que nos conviene,
Y el gusto por lo malo… no se nos detiene.
Entonces ocurre esta cosa maldita,
Sufrir el maltrato parece que excita,
En cambio lo bueno, no luce atractivo,
Y hacemos lo injusto sin causa o motivo.
Al buen trato dado le damos patadas,
Estamos enfermos, no queremos nada.
(Continuará)