Por: Jesús Silva R.
Tiempo de sonrisa,
O tiempo de certeza,
Falsos amores se van,
Sólo los puros regresan.
Unos huyen,
Otros rezan,
Pasada la tempestad,
Sólo lealtad interesa.
Sí poesía vale oro,
¿Cuánto vale la osadía?
De morder ese dragón,
Que adorna tu anatomía.
Tanta hermosura pintada,
¿Podrá ser mía algún día?
Con tu voz,
Mi tiempo se detenía.
Tú te robabas mi aliento,
En Twitter me sonreías.
Insólito resultaba,
El modo en que latería,
Mi corazón excitado,
Deseando tu compañía.
Perdona mi falta de calma,
Y mi estado de idiotez.
Si descubrieras mi alma,
Verías todo al revés.
Sabes que me has encantado,
Y tu espejo sabe por qué.
Hoy es tan justificado,
Que yo me rinda a tus pies.
Sospecho que me lees,
Aunque no respondes.
Sabes que suspiro,
Pero otra vez te escondes.
Este amor sagrado,
Es también temido,
Miedo da el amor,
Cuando se ha sufrido.
Tal vez no eres libre hoy,
Pero apuesto a tu libertad.
Donde sea que ahora voy,
Me aferro a la eternidad,
En mi incurable deseo,
Por besar tu irrealidad.
